Hay distintos modos de abordar el planteo de una propuesta pedagógica:
el modo reductivo y el modo comprehensivo —por señalar dos que me parecen
apropiados—. El reductivo resuelve la situación eligiendo un modelo posible y, esa
elección habitualmente garantiza cierta operatividad. El modo comprehensivo, en
cambio, evita la reducción y renueva la especulación acerca del tema,
transformándolo en un polo difractivo al pensamiento. Este último —que he
adoptado para desarrollar la presente propuesta— tiene una ventaja: permite exponer el
pensamiento de manera más completa al tiempo que expresar los fundamentos; sin
embargo, trae consigo una dificultad: hará necesario un esfuerzo de síntesis para ver,
entre líneas, los conceptos esenciales. No obstante, hay que destacarlo, el modo
reductivo, por su carácter sintético —y también por su operatividad—, resulta
apropiado al momento presentar ciertos temas puntuales, situación que se da en el
transcurso del desarrollo de la cursada.
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